Llerena conserva su Convento de Santa Clara en un excelente estado, situado en la Corredera, que cuenta con una fachada de mampostería y ladrillo recientemente restaurada. Un espacio que alberga entre sus múltiples secretos un retablo barroco, una cúpula decorada al fresco y una hermosa talla en madera de San Jerónimo, obra de Martínez Montañés.
Pero, estos no son los únicos misterios que deberás descubrir en tu visita a este lugar. Este convento regala a sus visitantes una experiencia gastronómica inolvidable. Sus monjas de clausura elaboran los típicos ‘corazones de monja’, unos dulces ejemplo de la repostería tradicional, que mezclan ingredientes como la miel, las almendras y los huevos para hacer las delicias de todo aquel que lo prueba. Este postre de influencia judía y morisca lleva años siendo uno de los tesoros mejor conservados por sus religiosas.
Un recorrido por Llerena conociendo y disfrutando de su bello centro histórico, no podría terminar mejor que con una visita al Convento de Santa Clara. No dudes en conocer un tesoro del arte sacro en esta ciudad extremeña, y degustar sus dulces artesanales. Los corazones de monja conquistarán el tuyo propio, haciendo de tu experiencia en Llerena, algo inolvidable…